Primeras Tesistas de CYCLO reciben título profesional de Geofísica

Ángela Cristina Carrillo Ponce y Bernardita Magdalena Jorquera Acuña son las primeras estudiantes en recibir sus títulos profesionales en el marco del Núcleo Milenio Cyclo. Las defensas  de sus respectivas tesis se realizaron a finales de enero de 2018, teniendo como guía a la investigadora joven del núcleo Dra. María Ignacia Calisto del Departamento de Geofísica de la Universidad de Concepción.

En torno a las temáticas tratadas, Ángela Carrillo, -la primera estudiante en dar su examen de grado- realizó un “Análisis del rol temporal de una fuente sísmica en el tsunami generado utilizando cuatro casos específicos”. Para tales efectos, Carrillo utilizó tres terremotos tsunami (Nicaragua 1992, Java 1994 y Java 2006) y un terremoto de larga duración como lo fue Valdivia 1960.

Dr. Arturo Belmonte-Pool, Ángela Carrillo, Dra. María Ignacia Calisto, Dr. Andrés Tassara

Ángela explica “que la inclusión del rol temporal en los tsunami generados no marca diferencias para los terremotos tsunami debido a la corta duración de la fuente sísmica, pero sí marca diferencias para el tsunami generado por el terremoto de larga duración, tanto en amplitud como en horas de llegada. El tsunami de Valdivia fue propagado hasta las islas de Hawaii mostrando que con o sin tiempo incluido se reproducen buenos resultados en amplitud pero el modelo temporal reproduce mucho mejor los registros en cuanto a hora de llegada del tsunami a las islas. Así, se concluye que la larga duración de la fuente sísmica marca diferencias significativas en el tsunami generado al utilizar un modelo temporal, lo cual deja como nueva interrogante si acaso se siguen mostrando grandes diferencias en otros tsunami generados por terremotos de larga duración”, manifestó la profesional.

En la misma línea, Carrillo dice que “esta investigación tiene como proyección analizar otros casos para poder establecer alguna diferencia más general. El terremoto de Sumatra del año 2004 cumple con características similares al de Valdivia en cuanto a largo y duración de ruptura, por lo que la simulación del tsunami generado por dicho terremoto es el nuevo paso a seguir para analizar las diferencias que aporta el rol temporal de su fuente generadora y así tener otro antecedente pero con registros más confiables debido a que es más reciente. Si se siguen mostrando diferencias significativas como el caso ya analizado, entonces el modelo temporal en simulaciones de tsunami será importante ya que estaría arrojando mejores resultados que el modelo estático”, complementó.

Un antecesor del 27F

Dr. Jorge Quezada, Dr. Arturo Belmonte-Pool, Bernardita Jorquera, Dr. María Ignacia Calisto,

Por su parte, Bernardita Jorquera realizó una “Caracterización del terremoto y tsunami del 20 de febrero de 1835 en base a registros históricos”, cataclismo que azotó principalmente la Bahía de Concepción, en donde pudo definir algunos parámetros que fueron complementados con relaciones empíricas en sismología.

Al respecto, Jorquera manifestó que: “El terremoto del 20 de febrero de 1835 con epicentro ubicado frente a las costas de la Bahía de Concepción, afectó la región comprendida entre las ciudades de Coquimbo y Chiloé y el oeste de Argentina. Como es habitual, este terremoto estuvo acompañado de un tsunami, el cual se desarrolló a partir de la media hora siguiente al evento, dejando cuantiosos daños y pérdidas, principalmente en la Bahía de Concepción, debido a su particular geometría en forma de “U”, lo que favorece la amplificación de las olas. Este evento es unos de los terremotos históricos chilenos más ampliamente documentados, descrito principalmente por Charles Darwin, motivo por el cual fue elegido para estudio”, comentó.

En el mismo contexto, explicó que la importancia de caracterizar estos eventos “radica, principalmente, en cuantificar los procesos de deformación asociados y desarrollar una base de datos donde se puedan identificar lagunas sísmicas, aportando información al estudio del ciclo sísmico de cada lugar acontecido”.

Así mismo –continúa- “Para caracterizar un evento, se debe considerar que gran parte de la información requerida se basa en tecnología sísmica, la cual comienza a ser instalada en Chile a partir de la primera década de 1900, por lo que los eventos anteriores a esta fecha se caracterizan en base a estimaciones derivadas de la intensidad del sismo registrado, teniendo como fuente principal de información los relatos y/o documentos históricos de la época”, explica Bernardita Jorquera.

Al finalizar la profesional, comentó que sus conclusiones más importantes es haber obtenido “un modelo homogéneo con respaldo empírico que se ajusta de mejor forma a las observaciones recopiladas de la época, consiguiendo un largo de ruptura comprendido entre los 35.8-38.2°S aproximadamente, determinado por una magnitud Ms=8.5 del evento. Además, se indica que, efectivamente, este sismo fue el predecesor del terremoto del Maule ocurrido el 27 de febrero de 2010, coincidiendo con la zona sur de la ruptura del terremoto más reciente”, dijo la profesional.

Portada y Resumen Ángela Carrillo

Portada y Resumen Bernardita Jorquera

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